A veces lo propietarios están tan obsesionados en tener la razón en una posición sobre determinado punto o argumento ante cualquier circunstancia en la vida comunitaria, que se ciegan y se niegan a ver las posibilidades de resolución de conflictos a través de la negociación o transacción y por el contrario, apelan a fórmulas que agravan “la lucha” entre ellos y que los llevan a posiciones irreconciliables.

Así, algunos propietarios prefieren acudir a las vías judiciales para que sean los tribunales quienes decidan las controversias entre ellos. Esto es perfectamente válido porque los jueces son los árbitros de la sociedad y están llamados a resolver los conflictos entre los particulares. Pero cuidado con las expectativas al utilizar esta v´´ía de resolución de conflictos: el hecho de accionar en un juicio, no signica ab inicio que quien lo proponga tenga la razón; él (y el grupo que representa) cree tenerla, pero el juez analizará a fondo todo el contexto del conflicto y es una posibilidad que incluso en su decisión, no le de la razón a la parte actora, sino por el contrario, hasta la condene en costas por haber ido a juicio sin argumentos. Y sobre esto hay que tener mucho cuidado, porque luego de los resultados judiciales, entonces la parte perdidosa pudiera asumir conductas radicales y de hecho en la comunidad, por no aceptar el laudo del juez.

Otros propietarios prefieren no hacer nada ante ninguna circunstancia en el condominio, creyendo que con su apatía no agravarán o resolverán cualquier problema, y no se dan cuenta, que esta conducta evasiva es la fuente de todos los males del condominio. Yo pienso que es el peor de todos. La indiferencia nada aporta a la sociedad. Un individuo indiferente no tiene , a mi humilde criterio, ni siquiera compromiso consigo mismo y no valora el esfuerzo que hizo para adquirir un bien inmueble. Vivir en un condominio exige tomar decisiones constantemente; incluso, para vivir en sociedad hay deberes cívicos que cumplir. Si usted quiere vivir dentro de la burbuja de la indiferencia, vaya a vivir a la selva y aún así, tendr´á que tomar decisiones minuto a minuto para sobrevivir.

Abandonando el conflicto en la convivencia dentro del condominio: una persona inteligente es aquella que es capaz de reconocer en el menor tiempo posible, que una decisión que tomó lo está conduciendo por un mal camino que le está causando o causará daños o imprevisto que no puede evitar o controlar de ninguna manera. Para que el ser humano haya podido sobrevivir en el planeta Tierra, ha tenido que aprender a adelantarse a los males y a desarrollar el concepto de la “prevención” en todos los órdenes de su vida. Y en un condominio, la “prevención de conflictos” parte del reconocimiento expreso de las decisiones individuales y grupales que hayan tomado los propietarios en un momento dado. Por ejemplo, cuando un propietario se niega a pagar los gastos comunes de determinado mes alegando no estar de acuerdo con alguno de los conceptos que refleja el aviso de cobro, sin duda es una mala decisión, porque está atentando contra su propio bienestar: habrá menos dinero y un déficit para pagar los bienes y servicios del condominio que él mismo necesita para vivir de una forma confortable. Lógicamente, si el cobro es evidentemente arbitrario o ilegal, debe acudir siempre a la vía judicial, si es que no es posible resolver la controversia extrajudicialmente directamente con el administrador o la junta de condominio.

Y cuando el propietario se da cuenta del error en el que está y decide poner fin a su estado de rebeldía, comienza un nuevo amanecer, un escenario más vivible en toda la comunidad; y eso hay que aplaudirlo y valorarlo. En ese preciso momento de cambio, la junta y el administrador del condominio deben “pasar la página”; no volver sobre las causas que hayan podido motivar las conductas conscientes o inconscientes del propietario en su propio perjuicio y el de su comunidad. Por eso, digo que el condominio se hace todos los d´ías; y que el condominio del presente es el resultado de la sumatoria de las conductas de todos. Si el condominio y sus instalaciones están arruinadas, destruidas total o parcialmente, significa que las conductas predominantes de sus propietarios revelan el desprecio por la copropiedad; resultan en la desunión de los propietarios y en el aislamiento de cada uno de ellos en si mismo (apatía); si por el contrario, el condominio presenta mantenimientos preventivos y correctivos al día; planes de trabajos entre la junta, el administrador y las comisiones de trabajo donde están integrados los propietarios por el bien de la comunidad, entonces podemos decir que existe una organización que apunta hacia un horizonte y un destino de valorización de la copropiedad; y por qué no, del establecimiento de lazos de solidaridad entre los copropietarios, que son capaces de unirse para resolver sus problemas cotidianos.

Mi compañía, PROCONDOMINIOS, promueve el trabajo ordenado; la resolución de los conflictos entre los particulares por la vía del diálogo; propone los planes anuales operativos y de ejecución de obras en los condominios; ayuda a buscar los mejores presupuestos entre proveedores bajo mismos estándares comparativos; y promueve también los contratos de transacción extrajudicial para poner fin a la mora de propietarios. Si deseas mayor información, sigue este blog; mis redes sociales: @procondominios en Twitter e Instagram y Youtube: Procondominios (Condotips y Video Temas); mis Procondotips en Curadas.com.

Soy Rafael Ángel Viso Ingenuo, abogado venezolano dedicado al estudio de las comunidades inmobiliarias de Venezuela; desarrollador de contenidos especializados en el área; abogado litigante del ramo; empresario administrador de condominios y capacitador de recurso humano que desarrolla actividades en comunidades inmobiliarias. Puedes contactarme por el correo electrónico: vprocondominios@gmail.com; teléfono con whatsapp: 00584248178841

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Author: procondominios

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